La evaluación psicológica en el contexto de una custodia familiar es un proceso clave para determinar cuál es el mejor interés del menor. Se realiza a solicitud de un juez en casos de disputa por la custodia de hijos, y tiene como objetivo principal evaluar las capacidades parentales, las relaciones familiares y las necesidades emocionales y psicológicas de los niños involucrados.
Se realiza mediante una metodología rigurosa bajo evidencia empírica la cual incluye:
- Entrevistas psicológicas
- Administración de instrumentos psicométricos
- Evaluación de contexto, entorno.
- Revisión documental.
El resultado es el Informe Psicológico Pericial, un documento que resume las conclusiones del profesional, incluyendo recomendaciones sobre la custodia y régimen de visitas basadas en el bienestar del menor.
Criterios clave que se evalúan:
- Capacidades parentales: La capacidad de satisfacer las necesidades físicas, emocionales y educativas del menor.
- Estabilidad emocional y psicológica: Evaluar si algún padre tiene problemas emocionales o conductuales que puedan afectar la crianza.
- Relación entre el menor y cada progenitor: Quién proporciona un vínculo más sólido y saludable.
- Preferencias del menor: Dependiendo de su edad y madurez.
- Factores de riesgo: Historia de abuso, violencia, consumo de sustancias, etc.
Objetivos:
El principal objetivo es asegurar que las decisiones sobre la custodia garanticen un entorno seguro, estable y saludable para el menor, promoviendo su desarrollo integral y bienestar.
- Velar por los intereses de los menores, como partes más vulnerables del proceso.
- Evaluar psicológicamente la totalidad del núcleo familiar.
- Evaluar el contexto del la crianza y desarrollo psicosocial del menor.
- Proporcionar al Juez una información objetiva y técnicamente adecuada, para tomar decisiones sobre el régimen de guarda y custodia de menores.